La cucina franco-catalana del Café Pablo nel Museo Picasso di Barcellona
Testo di Anabel Frutos (testo in lingua originale sotto)
Foto cortesia di Café Pablo
Barcellona è una città piena di culture differenti e, proprio nel quartiere El Born – uno dei più autentici ed emblematici sotto questo aspetto – si nascondono posti sorprendenti, come il Museo Picasso. È il più visitato della città: tra le sue sale passano più di un milione di persone ogni anno. Se l’interno del museo è affascinante, con più di 4.000 opere del geniale artista di Malaga, l’edificio non è da meno, visto che è composto da cinque palazzi in stile gotico civile che furono residenze di nobili e borghesi nel XIII secolo.
Picasso e la gastronomia
Ma l’uomo non vive solo di arte. Infatti, qualche giorno fa ha aperto, dentro a questo palazzo storico in strada Montcada, il Café Pablo, che porta il nome di uno dei più grandi geni di tutti i tempi. Un omaggio al rapporto che aveva Picasso con Barcellona e Parigi che ci porta a disfrutar di un magnifico viaggio culinario per queste città. Dopotutto il soggiorno di Picasso nella capitale catalana fu scandito dai suoi bar e ristoranti, dove godette di una gastronomia che finirà per segnare la sua opera in maniera decisiva, infatti le bottiglie di vino, polli arrosto e pesce si convertirono in alterati protagonisti delle sue nature morte cubiste o ceramiche.
Ambiente da bistrot parigino e manifesti della Belle Époque
Questo spazio, con un ambiente da affascinante bistrot parigino, è ispirato all’architettura e alle opere d’arte del Museo Picasso. Si distinguono le sue due sale interne, dove assumono un rilievo speciale i colori (bianco, nero, granato e verde), un accogliente giardino interno e un grande dehors tappezzato da manifesti della Belle Époque e di quella Parigi, che era una festa negli anni Venti del secolo XX. In questo ammaliante locale si può godere di un pasto o di un caffè in un ambiente rilassato e molto piacevole, che lo trasformano nello spazio ideale per un appuntamento gastronomico circondato dall’arte.
Una interessante proposta gastronomica
L’offerta gastronomica è a carico dello chef francese Romain Fornell, stella Michelin per il ristorante Caelis, che si stabilì a Barcellona venti anni fa. Con Café Pablo, Fornell amplia la lista di ristoranti di Goût Rouge, composta da Azul Rooftop Barceloneta, Tejada Mar, la Plassohla, Rooftop Ohla Barcelona, Café Turó e Caelis. La proposta si trova in un menu che Romain qualifica un “viaggio culinario”, nella quale combina con maestria la cucina francese tradizionale con le specialità della cucina locale. Nell’ampio menu si possono trovare piatti che fanno parte di un’eredità emotiva e gastronomica, come le Tartare con burro da spalmare sui crostini; il Foie micuit, un piatto elegante e morbido; l’Anatra confit, cotta nel suo stesso grasso e accompagnata da scalogni e da un cremoso e morbido purè di patate; l’Entrecote con salsa Café de Paris, molto succosa, servita con una deliziosa salsa al burro ed erbe; o i Piccoli scampi di Robuchon; senza dimenticare le tapas locali più caratteristiche, come le Crocchette di carn d’olla, preparate con gli ingredienti tradizionali dello stufato catalano (manzo, maiale e pollo, insieme a verdure come carote e patate), molto croccanti all’esterno e cremose all’interno; o le Fette di prosciutto iberico e pane con pomodoro, così tipiche della Catalogna. Sono inclusi anche alcuni dei piatti preferiti dal pittore, come il Pâté en croûte, le Lumache alla borgognona e i Profiteroles. Un ristorante con molta storia e arte, dove Romain è riuscito, con la grande creatività, a far sì che i suoi piatti siano all’altezza del genio che si trova nel museo, esaltando al tempo stesso il viaggio che Picasso fece a Parigi insieme ad altri artisti per scoprire e partecipare all’arte d’avanguardia.
Orari
L’orario è ampio, visto che il locale apre dalla colazione fino alla cena, il che lo rende non solo uno spazio dove rilassarsi mentre si visita il museo, ma anche per condividere un pasto con amici, famigliari, o festeggiare un evento. L’accesso al bistrot è indipendente dal museo, per questo non è necessario pagare l’entrata per visitarlo. Fornisce anche due formule di mezza giornata che includono un antipasto, un piatto principale e una bibita (20 euro) o un piatto principale, dolce e bibita (18 euro), oltre a un menu per bambini.
Café Pablo
Calle de Montcada, 15-23, Ciutat Vella
08003 Barcelona – Spagna
Tel: +34 93 276 93 52
www.cafepablo.es
–––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
El restaurante en el que hubiera disfrutado Picasso
La cocina francés y catalana de Café Pablo en el Museo Picasso de Barcelona
Texto de Anabel Frutos
Barcelona es una ciudad llena de diversidad y cultura, y en el barrio de El Born, uno de los más auténticos y emblemáticos que esconde lugares sorprendentes, se encuentra el Museo Picasso de Barcelona, el más visitado de la Ciudad Condal ya que por sus salas pasan más de un millón de personas cada año. Si el interior del museo es interesante, con más de 4.000 obras del genial artista malagueño, el edificio no lo es menos, ya que se compone de cinco palacios de estilo gótico civil medieval que fueron residencias de nobles y burgueses desde el siglo XIII.
Picasso y la gastronomía
Pero como no solo de arte vive el hombre, hace unos días abrió sus puertas dentro de este palacio histórico de la calle Montcada, el Café Pablo, que lleva el nombre de pila de uno de los grandes genios de todos los tiempos. Un homenaje a la relación que tenía Picasso con Barcelona y París que nos lleva a disfrutar de un magnífico viaje culinario por estas urbes. Y es que la estancia de Picasso en la capital catalana estuvo marcada por sus cafés y restaurantes, donde disfrutó de una gastronomía que acabaría marcando su obra de manera decisiva, ya que botellas de vino, pollos asados o pescados se convirtieron en protagonistas desfigurados de sus bodegones cubistas o cerámicas.
Ambiente de bistrot parisino y carteles de la Belle Èpoque
Este espacio, con ambiente de encantador bistró parisino, está inspirado en la arquitectura y las obras de arte del Museo Picasso. Destacan sus dos salas interiores, donde cobran especial protagonismo los colores (blanco, negro, granate y verde), un acogedor patio interior y una gran terraza cubierta con una decoración de carteles de la Belle Époque y de aquel París que era una fiesta en los años veinte del siglo XX. En este hechizante local se puede disfrutar de una comida o de un café en un ambiente relajado y muy agradable que lo convierten en el espacio ideal para una cita gastronómica rodeados de arte.
Una interesante propuesta gastronómica*
La oferta gastronómica está a cargo del chef francés Romain Fornell, una estrella Michelin por el restaurante Caelis, que se estableció en Barcelona hace veinte años. Con Café Pablo, Fornell amplía la lista de restaurantes de Goût Rouge, integrada por Azul Rooftop Barceloneta, Tejada Mar, la Plassohla, Rooftop Ohla Barcelona, Café Turó y Caelis.
La propuesta está en una carta que Romain califica de “viaje culinario”, en la que combina con maestría la cocina tradicional francesa con especialidades de la cocina local. En la extensa carta se pueden encontrar platos que forman parte del legado emocional y gastronómico, como los tartares con mantequilla para untar las tostadas; el foie micuit, un plato elegante y suave; el confit de pato, cocido en su propia grasa y acompañado de chalotas y un puré de patatas cremoso y suave; el entrecot con salsa Café de París, muy jugoso, servido con una deliciosa salsa de mantequilla y hierbas; o las pequeñas cigalas Robuchon; sin olvidar las tapas locales más características, como las croquetas de carn d’olla, hechas con los ingredientes tradicionales del cocido catalán (carne de ternera, cerdo y pollo, junto a verduras como zanahorias y patatas), muy crujientes por fuera y cremosas por dentro; o las lonchas de jamón ibérico y el pan con tomate, tan típico de Cataluña. También se incluyen algunos de los platos preferidos del pintor, como los paté en croûte, los caracoles a la Borgoña o los profiteroles. Un restaurante con mucha historia y arte, donde Romain ha conseguido, con su gran creatividad, que sus platos estén a la altura de la genialidad que se encuentra en el museo, a la vez que ensalzan el viaje que Picasso hizo a París junto a otros artistas para descubrir y formar parte del arte de vanguardia.
Horarios
El horario es amplio, ya que abren desde el desayuno hasta la cena, lo que lo convierten no solo en un espacio donde relajarse mientras se visita el museo sino también para compartir una comida con amigos, familiares, o celebrar un evento. El acceso al bistrot es independiente del museo, por lo que no es necesario pagar la entrada para visitarlo. Dispone, además, de dos fórmulas de mediodía que incluyen un entrante, plato principal y bebida (20 euros) o un plato principal, postre y bebida (18 euros), además de un menú infantil.